De las críticas a la educación tradicional a la
Educación prohibida…según documental anexo (2012)
Por Luzardo Peñate M Ph.D.
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"La Educación Prohibida", Estreno Mundial 13
de Agosto del 2012 Sitio Web Oficial:
Desde mitad del siglo XX,
por tomar un referente histórico nacional se ha abordo la temática de la inoperancia del modelo de educación
tradicional fundamentada en la memorización de conceptos, nombres y objetos
relacionados con el conocimiento cultural, social y científico de la humanidad.
En la década del 70 fui
protagonista de esta vivencia a través del ejercicio de la docencia cuando me
uní al coro de quienes estrenábamos Licenciaturas en Educación y queríamos
construir un mundo nuevo, aplicando las teorías y enfoques de los constructivistas
de la época para quienes la construcción
de un nuevo conocimiento se producía, o cuando el sujeto interactúa con el objeto del
conocimiento como decía el suizo Jean Piaget(1896-19809 o más bien, cuando
lo realiza en interacción con otras personas y su entorno, como lo había plateado el ruso Lev Vigotsky(1896-1934); a diferencia de lo que enseñaba el estadunidense
David Ausubel,(1918-2008) quien decía que solo se
producía conocimiento real cuando este era significativo para el sujeto, el otro caso era
un conocimiento mecánico, memorístico, poco significativo. Tres mundos, tres
personalidades, tres enfoques que los latinoamericanos recibimos, según la
Universidad en donde se estudiara.
Aquí la educación tradicional no tenía cabida pero era
la que se sabía hacer en el aula, las teorías pedagógicas era cuento de las
universidades y de algunas facultades de educación pero no de la práctica
escolar cotidiana de los maestros. La dictadura de clase, no salió y podría
decirse que nunca se ha salido de las aulas y con mayor énfasis en el nivel de
la educación superior. Esto sin abordar la problemática que encarnaba ser
docente en las décadas del 50, 60 y aún en los años 70, por lo que veo, pero
aún en esta primera década del siglo XXI, el siglo del conocimiento.
Paralelamente surgió la filosofía de la liberación de corte marxista que buscaba liberar a los pueblos
del modelo económico capitalista y que
necesitaba el canal de la educación para crear la gran revolución que se quería
realizar, de ahí que a nivel de pedagogía surgió Paulo Freire, con sus famosas
obras, (en Colombia la policía las decomisó como subversivas) Pedagogía
del Oprimido y Educación para la
Libertad. (Nadie educa a nadie, nadie
se educa sólo, nos educamos en comunidad; los estudiantes son concebidos como
canecas que hay que llenar de conceptos
acríticos y sin sentido para su vida). Con una educación tradicional no se
podía hablar de cambios, se necesitaba una educación liberadora y eso era lo
que planteaba Freire, por fortuna en su país no prosperó y hoy Brasil es una de
las economías más grande de Latinoamérica
y Cuba, la dictadura más oprobiosa de este Continente, cuando el poder
encegueció a los hermanitos Castros. La liberación que necesitamos es de todas
las ataduras, oprobios e injusticias, procedan de la derecha o de la izquierda,
de los verdes, amarillos, rojos o azules
En la década de
los ochenta llegó al país el enfoque de la tecnología educativa basado en el
modelo conductista del psicólogo
americano B. F. Skinner (1904-1990) y las taxonomías de los tipos de objetivos
de Benjamín Bloom y Robert Gagné para
que los docentes orientaran el aprendizaje de una manera más eficaz y medible a través de
la formulación adecuada de objetivos cognitivos, conductuales, socio-afectivos,
entre otros.
Sin embargo, el modelo TLT, (tiza lengua y tablero)
era el rey en las aulas; se realizaron muchos esfuerzos para capacitar a los
docentes en la formulación correcta de objetivos y en la producción de material
didáctico con este enfoque pero nada que mejoraba la educación, las tasas de
deserción eran altas, el número de reprobados al fin de año, era altísimo.
Una vez fue aprobada la Nueva Constitución del 91, se
generó un gran movimiento a favor de la
educación pública y su mejoramiento para acabar con la bendita educación
tradicional, memorista, obsoleta, acrítica se decía, por efecto de la formulación de objetivos
educativos que no permitían el desarrollo de la creatividad ni del maestro ni
del estudiante, todo estaba pre-escrito en el currículo académico oficial.
Este gran movimiento arrojó como resultados la
aprobación de la Ley General de Educación y sus decretos reglamentarios en
1994. Se convocó la famosa comisión de los sabios, quienes entregaron el
análisis y la propuesta más ambiciosa
para cambiar el modelo económico, cultural, educativo y científico del
país para alcanzar los niveles de desarrollo deseables para la época y hasta
hoy, solo sabemos del famoso resumen presentado en el libro Al filo de la oportunidad, que las
nuevas generaciones de maestros, a lo mejor no han leído. (G.G Márquez fue uno
de los miembros de esta comisión)
Comenzó la era de los PEI ( proyectos educativos
institucionales) algo novedoso, participativo, abierto y posibilitador en
materia de construcción curricular;
flexibilizó la evaluación y promoción de los estudiantes, aquí comenzó
un karma, que nunca fue entendido o no quiso ser entendido por los docentes, el
decreto 1860/94, estableció un meta de ganadores, es decir, los esfuerzos
pedagógicos, de las familias, de los estudiantes, de todos los miembros de la
comunidad estaban encaminados para que los estudiantes no fracasaran en los
estudios sino que alcanzaran al menos los
logros mínimos.
Se cambió de enfoque y de concepto frente al de
objetivos que había hecho carrera casi por una década. Ahora eran logros por alcanzar. Pues bien, se
podía perder un logro de matemática, otros, de Religión; otros tantos de Educación Física, por allá uno
de Sociales, y no se perdía el año escolar; además el decreto establecía como
parámetro de reprobación máximo el 5% .
Por supuesto las estadísticas para el DANE de reprobación bajaron
significativamente. Pero se inició la era de la deuda de los logros upaquizados
hasta en 10 materias y ninguno perdía o reprobaba el curso. Es decir se llegó
al otro extremo. Además, se presentó el caso de alumnos bachilleres graduados
con cinco o más materias perdidas, pero
que se graduaron por ley del arrastre del famoso decreto 1860/94 y otros
decretos reglamentarios que distintos gobiernos promulgaron en el afán de
ajustar esta situación, anómala para los docentes, facilista para los
estudiantes y catastrófica para la sociedad.
El inicio de la primera década del siglo XXI nos cogió
en este dilema, la educación continuaba siendo tradicional, repetitiva, no
respondía al nuevo modelo económico neoliberal del mundo y del país y surgió
el más nefasto programa de gobierno,
conocido como Revolución educativa, fundamentado en el concepto empresarial del
modelo de competencias. De un plumón se pasó a hablar de las competencias, en
lugar de los logros, de currículo por competencias, de competencias ciudadanas,
de competencias lúdicas, cognitivas, competencias pedagógicas, y toda la gama
de posibilidades ligadas con la acción de enseñar y aprender, como acciones
propias de la educación de los niños y jóvenes. Se enfatizó que lo privado era
de mejor desempeño y por tanto de mejor calidad educativa. Volvió la escuela a ser considerada en los
discursos políticos como escuelas tradicionales y ahora acompañadas de otros
apelativo, fruto de la era tecnológica actual, de baja calidad.
En consecuencia, no solo hay que acabar nuevamente con
la educación tradicional sino que mejorar la calidad de educación.
En este contexto surge la Película la Educación estrenada el pasado 13 de agosto del presente
año que me llenó de ilusiones y de un doble sentimiento, uno muy positivo, y es
como los medios audiovisuales y tecnológicos permiten hacer estas maravillas de
interacción con tan diferentes docentes en esta aldea global y que nos pone en
consonancia unos con otros.
Al ver las canas de algunos de estos colegas, se me
vino a la memoria, que igual, ellos tuvieron que haber iniciado esta predica en
las mismas calendas cuando la realizaba
con entusiasmo, hace 40 años atrás y por supuesto como lo continúo proponiendo actualmente pero con
un sentido mucho mas autocritico. Creo que aún no se ha superado la dicotomía,
entre la teoría romántica del decir, y la practica real del hacer del maestro
en el aula.
La revolución educativa pasada, consideró que la
calidad de la educación que dicen buscar no se puede realizar con docentes de
carrera, sino con aquellos que teniendo cualquier título quieran transmitir sus
conocimientos a los estudiantes.
Entonces, quien fue primero el
huevo o la gallina, la educación tradicional, o la educación prohibida,
hace más de un siglo, sigue ahí vivita y coleando; amigos, este es mi segundo
sentimiento encontrado cuando vi con alegría esta película que les menciono
Postdata Está
comprobado que los Senadores y Representantes en Colombia no leen, es decir no
tienen el hábito de la lectura, en consecuencia parece que en su mayoría son
analfabetas funcionales, además de todas las demás cosas que la sociedad, en
general, piensa de ellos. Pero parece que los Ministros actuales renunciantes,
tan poco les gusta leer, son firmones…Qué horror de redacción de carta de
renuncia o sería que no querían renunciar? Cierto
que ustedes si leen?.
Con el cariño de siempre
Luzardo Peñate Montes